Este año, la comunidad académica del TdeA Institución Universitaria asistió a la primera versión del Encuentro de Partería y Salud Intercultural, organizado por la Facultad de Educación y Ciencias Sociales, desde la Licenciatura en Educación Campesina y Rural y desde el Semillero de Estudios Socioculturales de la Salud, adscrito al programa de Trabajo Social. El evento académico principal se desarrolló los días 14 y 15 de octubre, mientras que las actividades previas se realizaron, en modalidad virtual, el 22 y el 29 de septiembre.
“Es un espacio que nace del compromiso académico, ético y social de nuestra institución por reconocer, visibilizar y dignificar los saberes que históricamente han sostenido la vida en los territorios”, William González Montoya, docente del TdeA y director del Semillero, abrió con estas palabras la programación. Propuso una mirada crítica poniendo la lupa en los últimos tres siglos, caracterizados por la hegemonía de la perspectiva biomédica que transformó el nacimiento. “No se trata de desconocer los aportes invaluables de la ciencia moderna en el mejoramiento de la vida humana, la erradicación de enfermedades o el desarrollo tecnológico, sino de interrogar las formas en que dicho conocimiento se ha configurado”, aseguró el docente, refiriéndose a la racionalidad biomédica erigida como saber único sobre el cuerpo, planteando a la vez que se proponen nuevas formas donde se haga una simbiosis entre ambos saberes, los ancestrales y la ciencia.
El Encuentro abrió con Hernán Arroyave Castaño, licenciado en educación y profesional en enfermería a cargo del programa Parto Cálido y Respetado del Hospital San Juan de Dios de Sonsón, que trascendió al ámbito departamental y nacional con la Ley 2244 de 2022, que lleva el mismo nombre, lo que ha hecho que sean un referente en el país.
El coordinador compartió la buena práctica conseguida con este modelo que contempla transformaciones en paradigmas para vencer el miedo a los cambios en el control médico y establecimiento de políticas institucionales; educación a las gestantes y sus familias, prácticas ancestrales como posiciones que favorezcan el trabajo de parto para la mujer y el bebé, acompañamiento de un ser querido que les aporte seguridad; adecuación de espacios como habitaciones individuales y cálidas, ejercicios adecuados para inducir el parto y un contacto inmediato entre madre e hijo.
“Cambiar la forma de nacer sí es posible, volver un hospital una casa de la salud es posible. Auguramos muchos más hospitales con partos cálidos y respetados desde la realidad y muchas más mujeres con experiencias positivas y significativas”, puntualizó el profesional.
En cuanto al papel de las dulas, indicó: “Tenemos que unirnos, trabajar juntos”, hizo la invitación a las parteras a no trabajar solas porque los médicos son necesarios para disminuir la mortalidad en el parto y aseguró que en su municipio han sido satisfactorias las experiencias en esta colaboración.
El primer día finalizó con el espacio orientado por el colectivo Letras, Colores y Vidas, que trabaja, desde la poesía, y visibiliza a las parteras. En el evento, desde la voz de Gloria García Torres, destacó que el tema es un asunto que pervive gracias a la tradición heredada y que su nuevo papel es acompañar a la mujer para conectar con su sabiduría natural en el parto.
El segundo día abrió con la intervención de Asmedas Antioquia sobre Ley Parto Cálido y Respetado. “Lo que pretende es reconocer y garantizar los derechos de la mujer en el embarazo, parto y posparto”, señaló el médico ginecobstetra Mauricio Urrego Pachón, quien resaltó también que esta disposición considera nuevos aspectos como el duelo gestacional y perinatal, así como Brazos Abiertos. Agregó que “tiene además un enfoque diferencial acorde a la cultura donde estemos trabajando”, porque Colombia es diversa, con culturas y tradiciones que deben ser respetadas.
“Es una Ley que deberíamos conocer, todas las mujeres y los futuros padres deberían saber que en el momento del parto las cosas en Colombia han cambiado, precisamente producto de las necesidades de las diferentes comunidades”, enfatizó la médica Hindira Silva, también de Asmedas. Puntualizó en que esta es la respuesta la necesidad de ambientes más dignos, eliminar la violencia en la atención y garantizar el respeto a las culturas, trae novedades como el hecho de que las instituciones tienen la obligación de tener un acompañante para la mujer en el parto.
En esta segunda jornada también tuvo lugar el conversatorio El cuidado de la vida desde lo masculino y un espacio dedicado a las experiencias de transmisión de saber intergeneracional. Se realizaron talleres como Práctica y cuidado de espiritualidad, Plantas medicinales, Cuidado materno infantil y Nuevas masculinidades y la corresponsabilidad en el cuidado. Las sesiones virtuales de septiembre se concentraron en temas como La partería como saber ancestral y patrimonio cultural y el Diálogo de saberes: salud intercultural, políticas públicas y Derechos Humanos.