Lo vivido fue una recreación de los rituales de la palabra o la palabra que cuenta rituales, este fue un espacio para desentrañar lo siempre censurado de la cultura, mirándolo de nuevo sin juicio para develar los verdaderos significados, esto desde las formas de la tinta.
Aprovechando que cerraba el mes de octubre, estudiantes de la Licenciatura en Literatura y Lengua Castellana organizaron la primera edición del Carnaval del Libro y la Literatura, que decidió estrenarse con el tema “Cuando las palabras se visten de misterio y celebración”, tratando la vida y la muerte a través de las letras, sin prejuicios y permitiendo que el arte lea y cuente el mundo.
“No queremos que nuestro paso por la universidad sea simplemente estar en las aulas, sino también dejar en la institución algo más que les sirva de insumo, no solo a los que estamos en este momento en la carrera, sino también a los que vienen. Entonces se nos ocurrió hacer una feria del libro”, explicó Mariana Herrera Agudelo, estudiante de sexto semestre del programa y parte de la organización del evento.
“Lo más interesante de la iniciativa es que partió de los mismos alumnos del programa. Nosotros, semestralmente, siempre llevamos a cabo diferentes actividades de extensión, vamos a decirlo así, o de educación continua, pero ya, desde el semestre pasado, hubo unos alumnos que se nos acercaron a la Coordinación con la propuesta de hacer algo diferente, algo quizá no tan académico, un poco más informal, con otro planteamiento a lo mejor, y otra orientación diferente. Entonces, nos pusieron sobre la mesa la posibilidad de un carnaval, nos pareció, además, al comité curricular una idea muy interesante y muy particular, porque, a fin de cuentas, lo que se trata es de acercar la literatura a la gente y, desde luego, sacarla de las aulas de clases”, puntualizó Daniel Gracia Armisén, el coordinador del programa.
Los estudiantes se tomaron el Sendero de la Paz con una feria editorial y el Centro de Emprendimiento Transferencia e Innovación (CETI) con talleres literarios, de creación, de microrrelatos, de poesía, de dibujos del mundo de Kafka; abordando la belleza, el cuerpo atravesado por la palabra, la emoción, los oráculos, el imaginario de lo oculto, la rareza, el ritual, la sabiduría.
“La literatura, al igual que el lenguaje, nos rodea por todas partes, no en vano nuestro orden de pensamiento es un orden gramatical y lo mismo pasa con la literatura, con la narrativa, con los textos. Todo nos rodea, todo nos atraviesa y es un poco lo que queremos con este carnaval”, anotó el coordinador.
“Nos referimos también a esa poética que va sugiriendo a través de la narrativa un puente estético para habitar el mundo”, completó la idea Claudia Arcila Rojas, tallerista del evento y coordinadora del Semillero en Literatura y Brujería, adscrito al Grupo de Investigación Senderos. “Queremos generar un espacio para esa experiencia de amor con la literatura. Pretende ser un momento de evocación ritual de lo que significa el encuentro con el texto, la relación con las páginas, el tacto, el sentir a través de todo ese paisaje alfabético un encuentro con la palabra, como si fuera por primera vez, como si la palabra fuera un conjuro”, agregó la docente, quien puso el acento en la importancia de estas expresiones para disfrutar la literatura, calificándola como portal de vibraciones, como un territorio de esa energía que convoca al cuidado de la vida y al lenguaje como la casa del ser, como lo expresaba Martin Heidegger.