
Son cuatro horas de camino desde Bucaramanga al municipio de Charalá, y una más si quiere llegar a la vereda Virolín. Allá está Libardo Sánchez sembrando Magnolia Virolinensis, una de las especies en peligro de extinción. Don Libardo ya lo sabe y participa de las iniciativas de conservación, pero hace falta que más gente se una.
Pocos se imaginan lo que representan, la preservación de las magnolias es de vital importancia para la biodiversidad colombiana y para el bienestar económico y social de las comunidades rurales por su potencial. Al cuidarla se salvaguardan también sus servicios ecosistémicos, como la protección de fuentes de agua y la captura de carbono, lo que ayuda en la mitigación del cambio climático. Así lo plantea el libro Plan de Acción para la Conservación de las Magnolias de Colombia, presentado el miércoles 17 de septiembre en la 19.ª Fiesta del Libro y la Cultura de Medellín.
Esta investigación fue publicada por nuestro Sello Editorial TdeA y la Corporación SalvaMontes. El trabajo es de autoría de Marcela Serna González, docente investigadora de la Facultad de Ingeniería del TdeA; Sebastián Vieira Uribe, de la Corporación Salvamontes Colombia; Ana María Benavides, del Jardín Botánico de Medellín; César Velásquez Rúa, de Conexión Flora; Emily Coffey con Jean Linsky, de Atlanta Botanical Garden.

En el stand del Sello TdeA, instalado en Carabobo, la profesora Marcela Serna González, quien además ha dedicado toda una vida a la investigación de las magnolias, presentó la obra sin dejar de resaltar que esta familia de plantas es muy amenazada, por lo que urgía un plan de acción para su conservación, una preocupación que comparten varios países en los últimos 20 años. Por ejemplo, República Dominicana elaboró la estrategia para salvaguardar sus tres especies, en Colombia el asunto es un poco más complicado, pues debe proteger 42. Aunque se encuentran en todo el territorio nacional, 15 de estas tienen su hábitat en Antioquia, así que fue desde este departamento que se lideró la investigación. La docente destacó la participación de conservacionistas, estudiantes, expertos de la autoridad ambiental, el Grupo de Especialistas en Plantas de Colombia, el Consorcio de Conservación Global de Magnolia y las comunidades que albergan la especie.
También pasó el resaltador por la Serie de Libros Rojos, que contienen una alerta sobre las especies amenazadas, pero indicó que se han elaborado pocos planes de acción para la salvaguarda de las mismas, se cuenta con documentos concentrados en palmas y zamias, este es el tercero. Estas páginas recogen un estado del arte general y directrices para la protección de las magnolias.
Pero, ¿Qué llevó a las magnolias colombianas a estar en los libros rojos? La profesora nos responde: “Las magnolias son prioritarias para la conservación porque han sido muy sobreexplotadas. La mayoría de las especies tienen unas maderas muy finas, entonces fueron objeto de tala indiscriminada, se pueden encontrar casas completas hechas de esta, porque es una madera muy resistente y muy bonita, algunas son verde oliva, les dicen almanegra. Esa es una de las principales razones. Otra es la fragmentación de los bosques, porque son árboles que necesitan bosques muy
conservados, pero cada vez hay más afectación”, tomó como ejemplo la expansión en el área metropolitana que cambia verde por asfalto y con ello ha desaparecido la Magnolia Espinalii, que es de este valle.
Además de las dinámicas de expansión de las ciudades, también hay acciones más locales que afectan a esta familia de plantas. El trabajo con las comunidades es urgente y prioritario, esta afirmación se sustenta en historias cotidianas como la siguiente: el proyecto sembró árboles de una especie llamada Magnolia Jardinensis en Jardín, Antioquia. A los meses, en una visita de verificación los árboles desaparecieron y en su lugar estaba un camino veredal. Ambos muy importantes, pero no se hizo el debido proceso con los individuos arbóreos porque se desconocía esta magnolia y la importancia de protegerla. Estamos hablamos de una especie que no cuenta con más de 50 ejemplares en el mundo, si desaparece de Jardín, desaparece del planeta.

Marcela Serna González, docente investigadora de la Facultad de Ingeniería y Fabio Vargas Agudelo, director de Investigación del TdeA
Realmente las magnolias no son muy conocidas, es muy común que se piense que son solo los árboles pequeños con flores blancas. Pero en Colombia se tienen especies de hasta 40 metros de alto, que no son ornamentales, pero cumplen otra función importante en el ecosistema. Detalló la investigadora que en el mundo son 350 especies, China alberga 175 y la otra mitad está en el neotrópico, en esta zona Colombia es el país con el mayor número de especies, pero todas tienen una categoría en riesgo de extinción, precisamente por eso el trabajo de don Libardo y el de todos los campesinos es de vital importancia.
Por tal razón, se requería investigación, el plan de acción y la divulgación. El libro se pensó digital por recursos, pero la intervención del TdeA hizo posible su impresión. Es un detalle no menor, dio mayor impacto, ahora los ejemplares viajan a los territorios donde lo más probable es que no haya internet ni dispositivos. Es que este es un proyecto de botas pantaneras, de café en charlas con las comunidades, que se han convertido en un soporte importante. Entonces, esta guía queda en las manos de los vecinos de nuestros árboles protagonistas de esta historia, que ayudan a su protección avisando a los investigadores sobre las dinámicas de las comunidades con estos, novedades en general, pero especialmente se unieron a la siembra de semillas. Haciendo zoom en esto precisamente, los investigadores cuidaron la escritura, para hacer el conocimiento técnico accesible a todos los públicos. “Es deber del TdeA hacer parte de la divulgación de la ciencia, y lo cumplimos cabalmente”, señaló la profesora.
Es verdad, el TdeA le apuesta a la divulgación de la ciencia que se gesta en nuestro campus, ciudad, departamento, país. Cada vez se hace más claro que la ciencia ayuda a las transformaciones reales si implica a las comunidades. Esto es lo que hacen nuestros investigadores y nuestro Sello Editorial.
